Jillian Kramer.- Puede parecer que los restaurantes de fine dining están llenos de “reglas” que debemos observar y seguir desde el segundo que entramos por la puerta. Piensa en los básicos de la etiqueta como: utiliza cada cubierto en el momento adecuado o nunca te estires para tomar el salero.

Pero, por suerte para los comensales de hoy día, muchas de esas reglas se están quedando atrás. “Con esta nueva era de productos artesanales, todo lo que se hace y los ingredientes de origen local, los restaurantes se han convertido en lugares que reflejan su comunidad en contraposición a catedrales con franceses enojados”, dice James Garrido, gerente general de Henley en Nashville. “Esto es emocionante y genuino, así que no, no tienes que comportarte de una manera determinada”.

De hecho, aquí hay seis reglas de restaurantes de la vieja escuela que puedes (básicamente) olvidar para siempre:

Olvídate de esas mesas formales. “A lo largo de los últimos diez años, cada vez más restaurantes de lujo han visto, con mucho gusto, el final de una gran mesa con tres tenedores, dos cuchillos, tres copas de vino y debajo un plato base”, dice Garrido.

¿Por qué? Garrido explica que todos esos brillantes extras no sólo son innecesarios, sino que “intimidan a los millenials que están iniciando profesionalmente – y financieramente – y que, francamente, sólo quieren alimentos sólidos, sostenibles y frescos, con menos pompa y circunstancia”.

Eso significa que los comensales de un restaurante de fine dining – desde los millenials hasta los Baby Boomers – pueden olvidar lo que, exactamente, se supone que deben hacer con ese tenedor extra o esa pequeñísima cuchara de plata.

Ve más allá de los manteles blancos. Los manteles blancos sobre la mesa de un restaurante solían ser seña de exclusividad. Pero ahora, “cuando buscas un restaurante, ya no hay necesidad de preguntar por manteles blancos,” dice el chef David burke, de Tavern6 en Nueva York. “Los restaurantes elegantes de todo el mundo están reduciendo costos y eliminando la mantelería tradicional.” Así que. ¿Cómo puedes encontrar un lugar lujoso estos días? “Mira el menú y las reseñas,” dice Burke.

Estírate para tomar lo que necesites. Si bien atravesarte sobre la mesa para tomar el salero era considerado de mala educación, Garrido dice que estirarse por la sal – o cualquier otra cosa que necesites como un trozo de pan caliente – ya no es un problema. “Digo, no tires una vela en el regazo de tu suegro,” bromea, “pero con el gran flujo que hemos visto en los comedores comunales y los pequeños platos, y nuestra cultura de compartir todo en Instagram, todos estamos aquí para tener una experiencia compartida. No es importante que tú te mantengas en tu burbuja y yo en la mía; estamos aquí para cenar juntos.”

No finjas. Los amantes del vino amateurs amaran la muerte de esta regla. “Una nueva relajación en las reglas y estigmas del fine dining es que no existe necesidad alguna de actuar como si supieras que éstas haciendo cuando el mesero o sommelier comience a hablar de vino,” dice Garrido. “Este grupo de profesionales del vino y las bebidas son extremadamente casuales y siempre te ayudarán a encontrar algo que ames a un precio que te resulte cómodo.” En otras palabras, no tienes que estudiar el menú de vino antes de tomar una decisión (no) educada. “Sólo di a tu camarero lo que te gusta y éste encontrara algo que puedas probar,” dice Garrido.

Deja tu corbata en casa. Aunque algunos restaurantes de fine dining aun requieren un código de vestimenta estricto que incluye corbata para los hombres, la mayoría ha dejado atrás estos requerimientos, dice Burke. “Los trajes y las corbatas ya no existen,” dijo, “aunque aún es una cortesía a tus compañeros de cena verte bien.” Puedes dejar tu corbata en casa y en lugar, “escoge un blazer o un suéter lindo,” dijo Burke.

Ahorra tu dinero. De acuerdo con Garrido, “Atrás quedaron los días en que podrías obtener una mesa por deslizar un billete en un apretón de manos no tan sutil. Los sistemas de reserva están aquí y han ayudado – con algún apoyo de Silicon Valley – a que encontrar lugar en un restaurante sea lo más eficiente posible.”

Así que guarda ese dinero para un taxi de vuelta a tu casa – tus sobornos ya no sirven de nada en los lugares de fine dining. “Si estás en un restaurante lleno, simplemente está lleno,” explica Garrido. “En realidad no existe una mesa escondida al fondo que te puedan traer al estilo de Ray Liotta en Goodfellas.”

(Fine & Wine)


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