.- Tiempo que debemos de aprovechar para hacer un plan de vida, época de reflexión sobre todo en aquellos proyectos basados en la prosperidad para el bienestar de nuestras familias.

Es hora de volver los ojos a nuestros hogares ya que de aquí depende renacer a una vida colectiva, donde reine el espíritu de solidaridad y de reverencia, esto nos hará seres conscientes a fin de fomentar el trabajo organizado con sanas costumbres, conceptos básicos para lograr estabilidad y armonía, con un nuevo estilo de vida.

Abismos entre los ricos y pobres se agrandan cada día más, sabedores que la riqueza está monopolizada, es menester buscar su equidad a fin de lograr satisfactores comunes buscando el equilibrio material y emocional, porque sino estos errores económicos los pagaremos a un costo muy alto, en un tiempo no muy largo ya los empezamos a visualizar.

En fin, urgen programas viables que aterricen con una planeación muy real para poder hacer que las cosas sucedan buscando como base alimentación a bajo costo, al igual en salud, educación y cultura.

Fomentar el empleo con igualdad de oportunidades e iniciar el emprendurismo para aumentar la productividad.

El vínculo de confianza entre la sociedad y gobierno deberá de ser más estrecho, para no reflejar el bajo impulso y así lograr un desarrollo basado en un proyecto nacional congruente a las actuales circunstancias.

Es importante se adapte a las necesidades para poder tener una mayor aceptación de la población más vulnerable. La regionalización urge establecerla, ya que de una región a otra las necesidades son diferentes para que los planes y proyectos aterricen, tomando en  cuenta que los rezagos y potencialidades son distintos.

Busquemos pues en estos tiempos, lanzar propuestas a soluciones de unidad y pacificación a fin de obtener éxito en la vida política y económica de nuestro amado México. Los momentos actuales siguen siendo de desconfianza e incertidumbre, por lo tanto el bienestar social distan aun de obtener los resultados tanto deseados, referentes a  la obtención de una vida digna.

Es  constante las opiniones que vertimos en torno a la actuación de los actores principales respecto a la responsabilidad gubernamental, somos muy dados a decirle constantemente al gobierno su falta de liderazgo y que el país va a la deriva; pero nunca planteamos alternativas de solución.

¿Algún día hemos analizado si hemos fallado como padres de familia? ya que es la base de la sociedad y ¿Alguna vez hemos mirado hacia el interior de ella? cuando de alguna forma la crítica debería de ser equilibrada; si no existen familias consolidadas como base de la sociedad, no generaremos confianza en el desarrollo de nuestra comunidad.

Me pregunto qué se puede esperar sin bases sólidas en la conducción de un pueblo golpeado, pero por culpa de nosotros mismos, por dejados y por no tener argumentos firmes, que sirvan como base en la solución integral de los problemas.

Los organismos privados productivos, tienen el privilegio de apuntalar sus objetivos hacia metas que les permitan aumentar su productividad con la ley de Cámaras aprobada por el Congreso de la Unión, deberá de servir como instrumento de interlocución con el gobierno, a la vez demostrar el poder de gestión, ante otros sectores productivos y con la sociedad misma.

En esta forma se verá aumentada su membrecía y quedara demostrado una vez más que la unión hace la fuerza y por lo tanto la confianza se fortalecerá.

Únicamente participando de manera decidida y propositiva estas asociaciones privadas promoverán  el empleo, capacitación y orientación necesaria a fin de lograr bienestar económico entre sus agremiados para convertirse en verdaderas plataformas de reactivación productiva, así se verá fortalecida la certidumbre.

Se deben de marcar líneas para limitar las actividades propias de los organismos, a fin de evitar que éstos sirvan de punta de lanza para plataformas políticas para algunos dirigentes y así evitar avalar programas tendientes a beneficios partidistas.

Estas organizaciones empresariales no necesariamente deben de adoptar una actitud contestataria ante el gobierno y otros sectores, lo positivo es mantenerse como verdaderos promotores del desarrollo económico, siempre coadyuvantes en el progreso de la Nación.

Ahora es prioritario unir los esfuerzos necesarios para apalancar con ideas bien proyectadas en la consecución de metas y objetivos bien definidos relacionados en la  construcción de una sociedad más participativa en todos sentidos.

Es muy importante estimados lectores, tomar conciencia y nos caiga el veinte que necesitamos para renovarnos para trazar nuevas metas de hacer propósitos, de buscar oportunidades, para que nuestros deseos se hagan realidad.

¿Cuáles son las preguntas más importantes que debemos de hacernos para lograrlo? Son dos puntos muy importantes, primeramente saber “qué” queremos o sea visualizar lo deseado y “cómo” vamos a obtenerlo.

Por otro lado vivir la cultura de la legalidad, fortalecer la democracia y todos aquellos otros valores que ya poseemos y no queremos perder.

Si deseamos formar parte activa de esta gran nación necesitamos pensar muy bien lo que queremos hacer, tener metas precisas con ideas claras por alcanzar, dejando a un lado las ideas vagas.

Muchas de las veces buscamos el éxito cuando en realidad ni siquiera sabemos que queremos, mucho menos visualizamos una estrategia, es decir “como lograrlo¨ en una sociedad como la nuestra donde cada región tiene una vocación muy propia de desarrollarse es importante conocer a profundidad sus potencialidades en todos los aspectos.

Pues bien todas estas reflexiones las hago con el propósito de que todas las personas que formamos una comunidad como la nuestra, en nuestro querido Puerto Vallarta, tengamos propósitos bien estructurados, tanto en lo político, social y económico, sólo así tendremos un municipio más próspero.

Tenemos que ganarnos la confianza primero nosotros mismos, todo es cuestión de constancia y perseverancia con una claridad en nuestras ideas y objetivos, no es fácil realizarlo, pues se requiere de trabajo organizado, tenemos que invertir tiempo, poner manos a la obra y nunca perder de vista la meta trazada. Somos vallartenses que deseamos vivir mejor porque la propia naturaleza nos ha proporcionado siempre los satisfactores básicos, en fin, basta con organizarnos con perseverancia y una estrategia adecuada a seguir.

Con visión lograremos que nuestra tierra avance a pasos agigantados con guía y brújula, para no perder el rumbo.

En fin debemos de reconocer que los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión en México representan uno de los más grandes retos para el Estado mexicano. La política social en los tres órdenes de gobierno, requiere de una revisión profunda que permita abatir y no sólo contener los rezagos sociales que experimentan varios segmentos de la población. Es tiempo de darle el golpe furibundo a la extrema pobreza.

Asumamos con orgullo nuestras raíces, demostremos nuestro valor ante la adversidad, impulsando con fortaleza nuestras grandes ambiciones en torno a la grandeza de nuestra tierra, mostrando siempre lucidez en las decisiones.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *