.- Cuando los plásticos no son aptos para el reciclaje tradicional debido a su deterioro o complejidad, el reciclaje químico se hace cargo de esos deshechos. Y es que este material no puede reciclarse mecánicamente de forma indefinida, ya que su calidad se degrada con cada ciclo.
Sin embargo, este método puede dar una nueva vida a estos plásticos sin deteriorarlos, creando productos de alta calidad a partir de ellos.
Además, el reciclaje mecánico se limita a plásticos que pueden derretirse, como el PET, que es comúnmente utilizado en botellas de agua y refrescos.
Mientras que el químico tiene la capacidad de procesar una amplia variedad de materiales, incluyendo plásticos mezclados, complejos o contaminados que serían difíciles de reciclar mediante otros métodos.
Por último, el reciclaje químico también ofrece beneficios ambientales, ya que requiere menos energía para funcionar, lo que a su vez reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, tal y como explican en este artículo de Ethic.
Ventajas del reciclaje químico
En primer lugar, nos ofrece una solución eficiente y prometedora para enfrentar uno de los mayores desafíos ambientales de nuestra era: el problema de los plásticos de un solo uso. Pero, tal y como indican en Cinco Días, sus ventajas no se detienen ahí:
Reduce la dependencia de los combustibles fósiles: mediante la transformación de residuos plásticos en productos químicos y combustibles, podemos reducir nuestra demanda de petróleo y gas natural, fomentando así una transición hacia una economía más circular y sostenible.
Ahorra emisiones de gases de efecto invernadero: al evitar la incineración de los residuos plásticos y la producción de nuevos plásticos a partir de materias primas vírgenes, se reduce la liberación de gases contaminantes asociados con estos procesos.
Fomenta la economía circular: suma eficiencia al reciclaje de los plásticos y aumenta la cantidad de materiales que podemos reutilizar.
Produce materiales de alta calidad: como ya hemos mencionado, permite la producción de nuevos plásticos y productos químicos que no pierden calidad.
Permite dar una segunda vida a plásticos difíciles de reciclar: los plásticos multilaminados o contaminados con restos de comida, por ejemplo, son difíciles de reciclar mecánicamente, pero sí es posible reciclarlos mediante este proceso innovador.
Cabe destacar que se trata de un método reciente que aún suscita algunas dudas. Tendremos que esperar a que se desarrollen más investigaciones sobre esta técnica para conocer en detalle todas las ventajas que puede ofrecernos.