.- Las cifras aterradoras de la pobreza en México, me hacen hacer una pausa en mi vida, más de 53 millones y de extrema 10 millones de mexicanos, realmente terrible, es hora de ponernos todos las pilas para declararle la guerra a este flagelo.
Es tiempo de tomar acciones urgentes no importa el costo político o económico que implique, porque para lograr el progreso de un pueblo es necesario que sus habitantes tengan una alimentación adecuada, que les permita el funcionamiento de su cuerpo, para estar aptos con el trabajo a realizar, aquí es donde los tres niveles de gobierno deben de realizar un programa de abasto popular, al igual el sector privado y el social deberán de coordinarse, así juntos luchar contra la hambruna que ya está amenazando a nuestra Nación..
El objetivo tener un pueblo sano en donde los precios de productos básicos se mantengan bajos que permitan su acceso y así permitir al ser humano desarrollarse para poder formar parte activa en la productividad del País.
El derecho a la alimentación se debe de cumplir a cabalidad, solamente tendrá éxito si se desarrolla con estrategias conjuntas de pueblo y gobierno para reducir a su mínima expresión los efectos de la marginación.
El remedio más importante es de fortalecer el ingreso indispensable no sólo para comer, que es prioritario, sino el de mantener a flote una economía que garantice estabilidad fincada en el consumo, este es el primer paso para tener población fuerte.
Es muy importante que se tome en cuenta el hábito del consumidor sobre los alimentos ricos en vitaminas indispensables, deberá de realizarse mediante una concientización entre la población que vive sobre todo en los grupos más vulnerables.
Vemos con tristeza como en las partes más alejadas de las concentraciones poblacionales, caminos destrozados, veredas hechas inclusive con el caminar de las bestias, llegan en buen estado los “denominados” alimentos chatarras, avalados por firmas transnacionales, cuyas ganancias son estratosféricas, se puede verificar los resultados de comercialización de estas empresas, ya que penetran en lo más profundo en las mentes de los consumidores.
Los productos básicos son parte importante en la dieta de los mexicanos, se debe de incentivar más al campo con una comercialización más adecuada.
Porque no avalar un Sistema de Abasto Nacional, en donde el sector primario y agropecuario se unan en una cruzada pro-alimentación constante al igual se incluya un cuadro básico de medicinas a bajo costo en todos los rincones de los Estados y Municipios, adquiriendo compromiso para fijar metas especificas para evaluar constantemente las acciones que se realicen en torno al bienestar de nuestros compatriotas en esta actividad, buscando se cumpla con el rango constitucional. Una Nación es poderosa, cuando el pueblo encuentra por lo menos sus mínimos satisfactores a precios accesibles.
Pues bien, necesitamos reflexionar sobre esta situación de la alimentación, no podemos exigir a todos los mexicanos su desarrollo pleno en las actividades productivas, cuando no se tiene una infraestructura adecuada para el logro de una dieta balanceada que llegue sin muchos obstáculos a millones de mexicanos, que por carecer de ésta, demuestran una pasividad enorme en los estudios primarios, con dificultades serias en la educación media.
Por lo tanto si no existe salud, quiere decir que hay serios problemas en la nutrición de la población dándole cabida a que se desarrollen múltiples enfermedades, muchas de ellas con efectos irreversibles.
Todo esto está ligado, si no hay alimentación con los mínimos nutrientes, no podrá existir salud plena de las personas afectadas por la pobreza, por lo tanto el resultado productivo se va a ver afectado seriamente.
Vuelvo a repetir haciendo notar, que los hábitos de consumo deberán de fomentarse en toda la población y realizarse en una forma intensa, ya que conlleva un esfuerzo adicional, en donde sus consecuencias van a ser positivas, sobre todo la realización de programas gubernamentales concernientes, a la salud ya que solo de esta manera se va a justificar la partida correspondiente al presupuesto del gasto social, estando consciente que se hace más de los posible, pero nunca lo necesario.
Lo que es muy cierto que la brecha entre los ricos y pobres, cada día es más amplia, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, se han puesto de acuerdo al establecer un comité conjunto de aplicación, para coordinar el trabajo de ambas instituciones en torno a dos iniciativas prioritarias; la reducción de la deuda de los países pobres y la iniciativa para reducir la pobreza.
Urgen medidas de fondo para resolver nuestros problemas financieros, económicos y sociales, pero si no adquirimos todos los sectores, responsabilidad compartida, seguramente no tendremos éxito en la eliminación de este flagelo.
En honor a la verdad hago votos para que a corto plazo empiecen a verse resultados positivos, necesitamos de empresarios nacionalistas, son el motor de la economía, trabajadores leales, capacitados, honestos y comprometidos con su labor y un gobierno coordinador de esfuerzos, en donde el compromiso sea gobernar para todos, dando un ejemplo en su deber, rompiendo la práctica de la improvisación.
La solución más clara y sencilla estará en el trabajo organizado, porque este redime después de CRISTO.
Sabemos de hecho que aunque la pobreza está presente en la mayor parte de los documentos básicos de los partidos políticos y del gobierno, ésta no es una preocupación que se refleje en el debate parlamentario.
Todos tenemos que ponernos las pilas, por lo menos tratar que la pobreza absoluta disminuya o bien amortiguar su crecimiento, solamente con estrategia integral, y una más clara articulación entre los objetivos económicos y sociales.
Creo sin lugar a dudas, que uno de los planteamientos que deberán hacerse aquellos candidatos y candidatas que aspiren próximamente a un puesto de elección popular, es mostrar cómo combatir a la pobreza porque aquí es donde comienza la inseguridad en todos los aspectos.
Por otro lado con experiencia y conocimientos sobre planeación para lograr un desarrollo equilibrado, urge poner fin a aquellos oportunistas que todavía traen prácticas ancestrales para la conquista de votos.
Lo que estoy seguro es que el espíritu de los mexicanos está vigoroso, pero tenemos que alimentarlo y estimularlo, porque en cuerpo sano siempre habrá mente sana, por lógica podrá desarrollarse con una mayor facilidad con actividades que sí produzcan un bienestar dinámico, creciente y armónico.
Ésta es la verdadera fórmula para encontrar prosperidad, dejemos a un lado la retórica estúpida y malévola de algunos de los actores políticos que creen que con palabras bonitas y promesas mal argumentadas quieren engañar a un pueblo que les da todo. Basta ya de funcionarios públicos perversos que creen que su poder es el único y se creen poseedores de la verdad, a estos urge ya desenmascararlos para ponerlos quietos.
Hacer a un lado a todos aquellos que con paliativos insuficientes desean promoverse buscando el protagonismo estéril, utilizando las herramientas de medios de comunicación y redes sociales.
Pues bien estimados lectores, hoy nos encontramos con un presente complicado y por lo tanto con un futuro lleno de nuevas expectativas e incertidumbre por esta pandemia arrasadora, que trae grandes complicaciones.
Lo que nos queda muy claro es el hecho de fortalecer nuestras actividades primarias para garantizar la alimentación; la salud como base de una sociedad que garantice la productividad para lograr prosperidad.
Las demás actividades alrededor de estas se verán muy fortalecidas porque existirá armonía si logramos equilibrar alimento con bienestar. Tenemos todo para salir adelante, contamos con una gran infraestructura en tecnología tanto en procesamiento de alimentos como en otras de servicios.
Es la hora de conjuntar esfuerzos, bajo una convicción verdadera de tener una Patria progresista.
Con voluntad férrea y convicción de servir, saldremos todos adelante.