Alejo Sánchez Cano .- La actividad turística constituye uno de los motores fundamentales de la economía mexicana, ya que contribuye con alrededor del nueve por ciento del PIB.

No entienden que el fantasma de una recesión económica en el país está más cerca que nunca, ello a pesar de la verborrea oficial, que lejos de dar certidumbre, confianza y viabilidad, enrarece y crispa el ánimo colectivo.

Entre los empresarios, que en realidad son los que crean los empleos y detonan el desarrollo, prevalece el pesimismo ante las señales que manda el presidente López Obrador, quien lejos de propiciar un entorno favorable se dedica, todos los días, a polarizar a los mexicanos.

Los indicadores macroeconómicos empiezan a retroceder al mostrar cifras negativas, como el desplome del empleo e inversión.

En este entorno, acuchillan al sector que es el tercer productor de divisas y de empleos en aras de un proyecto, el tren maya, que de ninguna manera compensa lo que se aniquiló.

La desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) no es cosa menor, ya que con este organismo se promocionaban los destinos del país que tienen al turismo como la única fuente de trabajo para miles de mexicanos.

Los argumentos que dieron los diputados para justificar su desaparición habla de una ignorancia que raras veces se veía en el Congreso; aunque, hay que decirlo, en esta Legislatura, con la irrupción de Morena como grupo mayoritario, se ha exponenciado la estupidez.

Son brutos y neófitos, pero fieles a la causa. Si el tlatoani ordenó que desapareciera el CPTM, pronto sacaron la bandera para justificar la decisión de su patrón.

Si hubo casos de corrupción se deben denunciar. Sin embargo, sólo ha sido un pretexto para acabar con el proyecto de vida de miles de mexicanos y sus familias que trabajan en el turismo.

Dice Miguel Torruco, ese que despacha en Sectur, que ahora será esta dependencia la encargada de hacer las funciones que desarrollaba el CPTM, así como los consulados y embajadas de México en el exterior. Pero ello no es suficiente para llevarse una rebanada del pastel que representa en el mundo la tercera fuente de ingresos y que en países como España, Francia, Estados Unidos y China, por citar algunos, es la columna vertebral de su economía.

La diputada Abelina López, de Morena, creyó hablar como experta, pero sabe más un lanchero de Acapulco sobre lo que representan los turistas para el país que ella.

De los recursos del Consejo, explicó, 7.7 millones de dólares se iban para el Circo du Soleil; 870 millones de pesos a la NFL; 212 millones para la Fórmula 1; 63 millones de dólares en 23 oficinas que tenía el Consejo en el extranjero, de 143 que existen de Relaciones Exteriores. Además, casi 60 millones de pesos se invertían en los tianguis turísticos.

¿Sabrá la legisladora cuál fue el retorno de inversión para el país de estos “gastos superfluos”?

La actividad turística constituye uno de los motores fundamentales de la economía mexicana, ya que contribuye con alrededor del 9 por ciento del PIB, genera aproximadamente 3.7 millones de empleos directos e indirectos y permite una derrama económica por más de 22 mil millones de dólares al año.

La diputada Laura Barrera Fortoul subrayó que no se trata de los ingresos de los mexicanos, sino de los que pagan los extranjeros al ingresar al país, y lamentó que se descalifique a 122 servidores públicos que son parte del CPTM, cuando las campañas han sido exitosas y con resultados comprobados en generación de divisas, empleos y desarrollo regional.

Esperemos que el bloque opositor en el Senado, conformado por PAN, PRI, PRD, y MC, no se presten a la aniquilación del turismo. El Financiero


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