.- A un mes de su arranque, el avance del programa piloto de Nido de Lluvia es casi del 50% con 268 sistemas de captación de agua pluvial instalados en las colonias Mesa Colorada Poniente, Oriente, Villas de Guadalupe y Mesa de los Ocotes, polígonos de alta vulnerabilidad hídrica al norte del municipio de Zapopan
Ante los efectos del cambio climático que comienzan a verse reflejados con la intensa sequía que este año impactó a todo el país dejando a miles de personas sin agua doméstica, el Gobierno de Jalisco comenzó a implementar un modelo de abastecimiento y uso de agua que apuesta por una sana relación con los ciclos y las disponibilidades naturales del agua.
Para ello, arrancó Nido de Lluvia, la primera acción que abona al cambio de paradigma sobre la gestión del agua en Jalisco y el Área Metropolitana de Guadalajara, con la instalación de sistemas de capacitación de agua pluvial.
El programa Nido de Lluvia busca implementar un modelo de abastecimiento y uso de agua bajo tres principios como racionalización, sostenibilidad a largo plazo y una nueva cultura de gestión del agua. Arranca como un programa piloto cuyo objetivo es la entrega e instalación de un sistema de captación de agua de lluvia para 600 viviendas.
El sistema consiste en la conexión del techo de la vivienda para canalizar el agua de lluvia hacia un almacenaje y, mediante una serie de componentes, limpiar el agua para obtener una fuente de abastecimiento de muy buena calidad. Con esta agua se podrán realizar actividades domésticas como lavar ropa, trastes, bañarse y cualquier necesidad del hogar.
El programa surge como respuesta a la crisis hídrica generalizada, pero se enfoca en aquellas colonias con altos grados de marginación que se han visto afectadas por la sequía de la presa Calderón.
Estas colonias son asentamientos que históricamente han tenido deficiencias en la infraestructura urbana y que, ahora, se verán beneficiadas con sistemas sostenibles y resilientes.
Es importante señalar que esta situación, de abastecimiento de agua, representa un problema de desigualdad por género debido a que la responsabilidad de recoger el agua todos los días recae sobre mujeres y niñas, debido a que tradicionalmente las labores domésticas están asignadas a los roles femeninos.
En promedio las mujeres, de regiones en vías de desarrollo, emplean 25 por ciento de su día a recoger agua para sus familias. Este es el tiempo no dedicado a trabajar (generación de ingresos), a cuidar a la familia o asistir a la escuela.