• La raqueta número 1 de México inicia proyecto de crecimiento para el deporte blanco local y nacional, con la formación de un centro de alto rendimiento que ya está en marcha, aseguró

Jorge Bátiz Orozco.- La raqueta número del tenis mexicano, el vallartense Gerardo “Jerry” López Villaseñor buscará hacer de Puerto Vallarta el lugar de nacimiento de grandes tenistas, por lo que dijo que dará inicio a un gran proyecto de alto rendimiento en este ciudad misma que cuenta con mucho talento.

Jerry quiere ser un ejemplo para la niñez vallartense, “quiero que salgan tres, cinco y hasta diez Jerrys en Puerto Vallarta”, para lo cual, dijo, trabajará con gran entusiasmo para lograr su sueño.

El tenista sembrado entre los 500 del mundo, integrante del equipo Copa Davis de México, y raqueta uno del país actualmente, indicó en entrevista exclusiva para este medio, que crearán un poderoso grupo de entrenamiento del que surjan grandes tenistas, futuras estrellas del tenis mundial.

“El que quiera unirse al proyecto, bienvenido, y el que no quiera, también será bienvenido”, dijo un Jerry López apasionado y comprometido con su sueño luego de haber cumplido varios en su carrera.

En Puerto Vallarta existe mucha afición por el tenis, y no obstante que se cayó a lo largo de diez años que afectaron al turismo, está resurgiendo, y esto, gracias a grandes promotores como Martín Parra Estrada, a su profesor actual, el argentino Darío Bogni, con quien empezó a trabajar recientemente ya por segunda ocasión, puesto que en su etapa de juvenil ya había sido su pupilo.

“Queremos crear un espacio de alto nivel para el entrenamiento de alto rendimiento, no solo para los integrantes del equipo Copa Davis, sino de las promesas que vayan surgiendo, que sientan que este es un lugar para crecer tenísticamente”, apuntó López Villaseñor.

“Para esto contamos con el apoyo de gente como Martín Parra, como Darío Bogni, sin quienes no podría llevarse a cabo este ambicioso proyecto”, reiteró Jerry López.

SU HISTORIA

El golpe de derecha, una de sus principales armas.

Jerry López nació al tenis a los 7 años, por el año 2002, cuando su padre Raúl “El Cañón” López lo empezó a llevar a las canchas del Canto del Sol, en donde él mismo lo entrenaba convirtiendo este espacio en su guardería.

Lo que Jerry denomina como la primera etapa en su carrera, de cuatro hasta el día de hoy, de los 7 años a los trece, el tenista patasalada recuerda como sus  grandes apoyos a gente como el propio Martín Parra, a quien no deja de reconocer, junto a profesores como Darío Bogni y Polo Torres en cuya academia participó, Romy Rivera, Sergio “Cachito” Martínez con quien se enfrascaba en tremendas batallas en la cancha.

Destaca además el tenista número uno de México a tenistas como Luis Carlos Rodríguez, Pedro Rodríguez, Samuel Sánchez entre otros más, quienes eran ya unos sparrings importantes para él, y aunque ya lograba vencer a varios tenistas AA, aún no podía con los mencionados jugadores y otros más que dominaban la escena en ese tiempo del tenis local.

De los 14 a los 18 años, se convirtió en la etapa de formación, en la que se presentó el gran sueño de llegar muy lejos en el tenis mundial, y fue, recuerda, gracias al entrenador cubano, integrante del equipo Copa Davis del país caribeño, Sándor Martínez, quien lo entrenó, lo motivó y logró convencerlo de que estaba hecho para cosas grandes dentro del deporte blanco a nivel mundial.

Sándor Martínez actualmente sigue trabajando al lado del mexicano Alain Lemaitre, con elementos jóvenes, entre los que se encuentra el también vallartense Axel Padilla Velasco, flamante campeón del Grado 2 en Manzanillo, Colima.

Reconoció Jerry López que su familia contaba con recursos únicamente para participar a nivel nacional, lo que lo frenaba para salir, ya que no había apoyos de ningún otro lado, hasta que apareció su salvador, Roberto “Changuito” Padilla, a quien no se cansa de agradecer que le consiguió a unos empresarios norteamericanos en el año 2008, quienes le dieron la beca para viajar a entrenar y estudiar a los Estados Unidos, a la universidad de Kentucky.

Para ese momento Jerry explica que contaba con apoyos de su familia, de su padrino Branco Musich, de su tío Martín Parra Estrada, de Romy Rivera con sus consejos, quien en ese momento le explicaba, por su experiencia lo que requería para triunfar en el país del norte.

No obstante, Jerry acepta que a sus 16 años todavía no tenía idea de lo que iba a lograr dentro del deporte blanco, aunque sabía que tenía talento, ganas y garra para alcanzar el éxito.

Fue justo a los 17 años cuando cumpliría su primer sueño, jugar el US Open Juvenil de Nueva York convirtiéndose en el 138 del mundo y 3 a nivel nacional.

En esta justa cayó en la última fase de la calificación ante un tenista francés, pero sacando su trébol de cuatro hojas recibió un lucky loser que lo colocó en el draw principal del torneo que se celebra en el complejo Flushing Meadows en la ciudad de Nueva York.

Logró vencer en primera ronda a un tenista australiano, sembrado en el 250 del mundo aunque posteriormente sería eliminado por Alexander Zverev en tres cerrados sets.

Ya en la tercera etapa, ya estudiando en la Universidad de Kentucky participó en la división 1 durante 2 temporadas colocándose en el número 6 del ranking ATP juvenil a los 18 años de edad.

Fue entonces cuando llegaría la concreción de otro de sus grandes sueños, representar a México en el año 2015 en la serie Copa Davis, en la que cayeron ante Chile 5 puntos a cero en Santiago, capital del país sudamericano.

Jerry junto a su entrenador el argentino Darío Bogni.

A los 19 años, volvió a defender los colores nacionales ante Guatemala alcanzando su ranking más alto, ya de la ATP, de 505 del mundo.

Por tres años se ha mantenido como número 1 de México y se ubica entre los quinientos a nivel mundial, por lo que dice orgulloso: “Me considero el mejor tenista de México, por lo que aspiro a participar en torneos de Grand Slam en la modalidad de singles esperando ascender en las listas de la Asociación de Tenistas Profesionales.

Afortunadamente, señaló Jerry, han existido apoyos de la iniciativa privada, de familiares y amigos, que le alcanzarán para llegar hasta la categoría de los 400 mejores del mundo, para subir aún más no serían suficientes los recursos.

Declaró con tristeza que existen muy pocas personas interesadas en invertir en el tenis, sin embargo la organización de eventos, tanto nacionales como internacionales nos permite seguir escalando de a poco.

Jerry López Villaseñor indicó que está enfocado en nuevos proyectos, en un experimento que no duda que llegará a ser un éxito como es la creación de un centro de alto rendimiento en Puerto Vallarta, en donde “mis compañeros del equipo Copa Davis tendrán un lugar para entrenar además de ofrecer apoyos a los tenistas locales”.

Para finalizar, la raqueta uno de México, Gerardo López, reiteró su agradecimiento a sus padres, los señores Raúl López y Laura Villaseñor, a Roberto Padilla, quien se convirtió en un padrino en su carrera, a Branco Musich, Martín Parra y a quien será su nuevo entrenador, el experimentado profesor argentino Darío Bogni, sin cuya ayuda, dijo Jerry, no se podría lograr el objetivo trazado. Foto de portada: Jerry López junto a otra de las figuras del tenis mexicano Eduardo Morones.

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