.- Hace unos días se anunció con “bombo y platillos” la inauguración del segundo entronque La Florida-Cruz de Huanacaxtle de la nueva autopista Las Varas-Puerto Vallarta, con una extensión de 30.8 kilómetros, una obra en la que se invirtieron 4 mil 900 millones de pesos y que, de acuerdo a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), beneficiará a nueve comunidades.

La dependencia señaló que un tramo más está en construcción, para una longitud total de 86.5 km, además de que contará con 45 puentes, siete entronques, tres túneles y tres viaductos, con un tiempo de ahorro en el recorrido de los vehículos de entre 60 y 80 minutos.

Se trata de un ambicioso proyecto, cuya importancia es que dará acceso a distintos puntos a través de la carretera Guadalajara- Tepic, conectando a estas ciudades con la zona turística de Riviera Nayarit y Puerto Vallarta, reduciendo en gran medida el tiempo de recorrido.

Como toda gran obra, la autopista no está exenta de polémica. A solo unos minutos de la apertura del segundo tramo, las redes sociales “explotaron” con los comentarios de miles de usuarios, cuando cayeron en cuenta de lo que tendrán que pagar para utilizar esta vía que, seamos sinceros, no es barata si la comparamos con otras autopistas del país, con más extensión.

Desde mi punto de vista, el costo-beneficio todavía está por verse, aunque, de entrada, ya se vislumbra un probable ahorro de gasolina al reducir el tiempo de recorrido, además de otros beneficios como seguridad, reducción de accidentes, etcétera. 

Sin embargo, el servicio más grande será darle “un respiro” a la carretera federal 200, uno de los ejes carreteros más importantes de México, pero también uno de los más saturados, cuyo problema crece año con año y se recrudece sobre todo en periodos vacacionales. 

Por supuesto, no faltan los detractores que ven en la nueva carretera una manera de catapultar el efecto de “acapulquización” de Puerto Vallarta-Riviera Nayarit, un concepto que se refiere a un destino de talla internacional venido a menos, o que puede llegar a destruirse debido a diversos factores como la gentrificación, la inseguridad, entre otros factores.

Finalmente, es importante recordar que ya tenemos en puerta el periodo vacacional de Semana Santa, el cual será la “prueba de fuego” no solo para la autopista, sino para toda la región y los prestadores de servicios, que podrían recibir -o no- a miles de turistas, y también para los usuarios, que decidirán si vale la pena utilizarla o si se van “por la libre”.

Marc Murphy Marc@mexicopacificlifestyle.com 


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