.- El último día de “La Celebración de Las Letras” de la Biblioteca Los Mangos, cerró con la presentación de los libros “Habemus Raicilla” y “Habemus Mezcal”. Además, la degustación de estas bebidas ancestrales, Raicilla y Mezcal, por parte del Proyecto Nebulosa.
También se tuvo la presentación de la obra musical dirigida por Arturo Ortega, “¡Cuéntamelo abue!”, emotiva presentación con canciones de Cri Cri como “Di por qué”, “Negrito Sandía”, “La Merienda”, “El Ratón Vaquero”, entre otras clásicas.
El elenco estuvo formado por el legendario locutor, Tito Tejeda, como el abuelo; las nietas fueron Ari García, Grecia González y Ximena Espinosa, quienes bailaron y cantaron las canciones de Francisco Gabilondo Soler, con una adaptación musical. La coreografía estuvo a cargo de Arcelia García Regalado.
Pero antes, desde temprano, a las 12 del día, iniciaron las actividades y fueron los amigos Edmundo Andrade Romo y Ricardo Simental, los que hicieron pedazos el “libraco” Lujuria y Muerte, del colega periodista y además escritor Rafael Torres Meyer. Libro que escribió inspirándose en las tierras costeñas del edén jalisciense, Puerto Vallarta, donde Rafa trabajó en los diarios Tribuna de la Bahía y Vallarta Opina, buenas críticas se llevó y quedó invitado a volver.
Se entregaron los Mangos de Oro, reconocimientos por la participación y apoyo a la biblioteca, a Arturo Ortega, a la organización TV Mar, al grupo periodístico Vallarta Opina, entre otros.
Cabe destacar el Mango de Oro para “El mejor lector” de la biblioteca, para el señor José Luis Gálvez Martell, adulto mayor que camina desde la colonia El Caloso hasta la biblioteca, para leer. Se caracteriza este amigo también por su calidad humana.
Para cerrar, la OEPV se encargó de ejecutar, “Bésame Mucho”, un popurrí y “Norma la de Guadalajara” del músico Pérez Prado“, con la Banda de Viento. En seguida se integró la sección de cuerdas para interpretar “Vals #2” de Dmitri Shostakovich; “Take Five” de The Dave Brubeck Quartet y el danzón “Nereidas” de Amador Pérez ‘Dimas’. Al final se integró a la orquesta, el coro de Ixtapa para interpretar “La Llorona”, despidiendo el evento con un hasta luego.