.- El tenis femenil mexicano tiene hoy en día en Renata a su mejor exponente. La joven de 27 años ocupa hasta este domingo el sitio 69 de la clasificación mundial. Ella sabe que vive su mejor momento, llegar ahí no ha sido fácil y su meta es seguir en ascenso.
Este año la mexicana quiere alcanzar el top 50, algo que únicamente Angélica Gavaldón consiguió. Angélica, hoy entrenadora, llegó a ubicarse entre las primeras 40 del mundo (34, en enero de 1996).
Su mejor resultado en torneos de Grand Slam fueron los cuartos de final en el Abierto de Australia en dos ocasiones (1995 y 1990). Para Zarazúa vienen torneos importantes en busca de puntos que la lleven a dar los primeros pasos hacia esa meta, como los WTA 1000 de Indian Wells y Miami, donde puede sumar una buena cantidad de puntos, si le va bien.
“Por suerte estoy en el main draw de Indian Wells y Miami. Ojalá que de Roland Garros y todos los ‘grandes’ que siguen. Estar en top 50 es una de las metas que he tenido creo que desde el año pasado que me di cuenta de que me podía ir bien en los torneos grandes, que es donde es más fácil subir de ranking.
Me puse como esa meta de estar top 50, ir a torneos y ganarlos”, relató. Sabe que para alcanzar ese objetivo debe estar bien físicamente, por lo que procura cuidar su salud. Por ello los médicos le recomendaron jugar solamente dobles en el Merida Open AKRON.
“Todo empieza por la salud, estando bien, tratando de… Yo soy alguien a quien le gusta mucho entrenar, entrenar, entrenar. Y a veces me cuesta parar un poquito, o entender que el cuerpo también tiene ciertos años de vida en cuestión de deporte. Entonces como que poder entender mejor mi cuerpo me va a ayudar a jugar mejor y a planear mejor los torneos. Y sobre todo que a esos torneos que vaya tenga buenos resultados”.
Porque además estar entre las jugadoras que entran directo a los torneos “hace la vida más fácil”, admite. “No es que te traten diferente. Creo que la vida es un poco más fácil. Por ejemplo, cuando juegas ITFs, viajas, llegas al aeropuerto, tienes que tomar un taxi, llegas al hotel. A veces, como no te pagan el hotel, tienes que buscar alguno cerca del club.
Son cosas que, por ejemplo, en WTA, cuando estás mejor ranqueada y juegas mejores torneos, no tienes que preocuparte de nada, sabes que te van a llevar en transporte del torneo a tu hotel y sólo te tienes que concentrar en jugar y no las otras cosas externas.
Pero en parte me ayudó mucho tener que solucionar yo las cosas. O sea, como que te ayuda a crecer, a que tu mente piense. Pero hay cierto punto en que dices como, ¡wow!, por fin, no me tengo que preocupar de esto. Esas son las pequeñas diferencias”.
En el torneo de dobles en el Merida Open hará dupla con la argentina María Lourdes Carle por primera vez en su carrera. Y esta vez espera disfrutar jugar ante su público, dejar atrás los momentos en los que más que vivir, sufría los torneos en casa. “Hace dos años creo que los nervios, la presión, me comían toda. Y a lo mejor iba al partido y jugaba mal porque me sentía muy, muy nerviosa. Y al final no la pasas bien.
Pero últimamente he disfrutado muchísimo. Hoy ya no siento presión, sino alivio, felicidad. Y son pocos… bueno, hay muchos torneos ahora en México. Pero son pocos los partidos que puedes jugar con tu público. Así que es como que, no sé, aprovéchalo”.
Renata convive con las nuevas generaciones del tenis
.- Renata Zarazúa apareció en la cancha del estadio del Merida Open. Y lo hizo para convivir con aproximadamente 70 niños y niñas, en el Kids Day. Pequeños de hasta 13 años, hijos de socios del Yucatán Country Club, pelotearon con la mexicana, actual número 69 del mundo, quien tuvo palabras de aliento para ellos, además de que contestó algunas preguntas que le hicieron los pequeños.
“Yo alguna vez estuve como ustedes, y hoy les puedo decir que con esfuerzo pueden llegar a ser lo que quieran ser”, les dijo. Renata comentó que una de las emociones más grandes que ha vivido fue su participación el año pasado en este torneo, cuando a pesar de haber sido eliminada en cuartos de final fue muy arropada por el público yucateco.
“Cuando era chiquita hacía gimnasia y tenis, y luego el tenis se me hizo más interesante, porque estás en la cancha y tienes que resolver muchos problemas, y luego hay cosas que no te salen bien pero igual puedes ganar, entonces se me hizo muy interesante y por eso me quedé ahí”.
Había pequeños que mostraban mayores habilidades para pegarle a la pelota, mientras que para otros fue una actividad totalmente recreativa, en la que se mostraron dispuestos a aprender y divertirse a la vez.
Como Joaquín, un pequeñito de apenas 2 años, quien fue el participante de menor edad, pero no por eso el menos entusiasta. “Muy contenta de estar aquí con todos estos niñitos”, reiteró Renata al final de la actividad, después de lo que los niños la rodearon para pedirle que autografiara diversos artículos, como las gorras, playeras o una más osada, su tenis.
Todos salieron contentos, los pequeños atesorando el momento en el que convivieron con la mejor jugadora mexicana de la actualidad, y ella, recordando aquellos días en los que soñaba con llegar a ser una buena jugadora de tenis.