.- Si cantando te han advertido que “el alacrán te va a picar”, tengo una mala noticia: en Nayarit esa amenaza se cumplió miles de veces el año pasado.
En las localidades es común ver frascos de suero antialacrán en las clínicas locales, especialmente durante los meses más calurosos.
Las picaduras de este arácnido ponzoñoso son parte de la vida cotidiana: sólo en 2024, cerca de 15 mil nayaritas sufrieron intoxicación por picadura de alacrán.
La intoxicación por picadura de alacrán no fue un fenómeno aislado, sino que figura entre las cinco enfermedades más comunes en la entidad durante 2024.
De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Salud y del INEGI, cinco padecimientos concentraron gran parte de la morbilidad* estatal ese año, es decir, del total de casos de enfermedad registrados en la población.
La lista la encabezaron las infecciones respiratorias agudas, seguidas por las enfermedades diarreicas, la infección de vías urinarias, la gastritis y las úlceras pépticas, y en quinto lugar la intoxicación por picadura de alacrán.
Nayarit forma parte de la zona del país con mayor incidencia de estos accidentes: cada año se registran entre 15 y 16 mil casos en la entidad, concentrados en los meses cálidos y en las zonas rurales.
Gracias a la amplia disponibilidad de antídoto (suero anti-alacrán) en los centros de salud, la letalidad por picaduras es baja; aun así, en 2024 ocurrieron lamentables fallecimientos de niños porque no recibieron el suero a tiempo. Hombres y mujeres resultan prácticamente igual de expuestos a las picaduras, ya que el alacrán no distingue a la hora de colarse en hogares o parcelas.
Las autoridades sanitarias insisten en medidas preventivas sencillas, pero vitales. Recomiendan mantener patios y viviendas limpios de escombros y maleza, revisar y sacudir la ropa y el calzado antes de usarlos, y acudir de inmediato al centro de salud más cercano en caso de sufrir una picadura.
Meridiano | Jorge Enrique González