- La especie Pleuropyge melaquensis revela adaptaciones únicas que muestran la transición evolutiva de la vida en el fondo marino a la columna de agua
Un equipo de investigadores del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) y del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la UdeG descubrieron la Pleuropyge melaquensis, un nuevo género y especie de nudibranquio holoplanctónico, o babosa marina, frente a las costas de Melaque en el Pacífico mexicano.
La bióloga marina Jeimy Santiago Valentín, investigadora posdoctoral de la SECIHTI y de la UdeG, explicó la singularidad de las adaptaciones de la nueva especie como cuerpo transparente y aplanado, y un sistema digestivo que permite la regulación del metabolismo.
“Son moluscos que principalmente viven pegados al fondo; sin embargo, esta especie tiene un pie reducido que le permite vivir en la columna de agua, es una adaptación, y es una de las pocas especies con esta capacidad; además de ser el tercer género descrito y la cuarta especie a nivel mundial”, explicó Santiago Valentín.
Carmen Franco Gordo, profesora investigadora del CUCSur, dijo que de las más de 300 especies de nudibranquios descritas en la región, es la primera que mide entre cinco y siete milímetros de longitud.
“Esta especie es una embajadora que habla de la importancia de seres minúsculos; nos da mucho orgullo encontrar un organismo nuevo para la ciencia, para el mundo y para la UdeG, que nos ha apoyado con proyectos de investigación”, declaró.
Enfatizó que el descubrimiento no fue casual, pues desde 1996 hacen muestreos en la plataforma continental, principalmente en el arrecife de Cuastecomate, donde fue localizado.
La oceanóloga y profesora del CUCSur, Gloria del Carmen Pelayo Martínez, detalló que después de los muestreos y las características morfológicas de la especie, se descartó su descripción previa.
“Gracias al muestreo tuvimos la oportunidad de detectar el nuevo organismo; al inicio buscamos bibliografía y pensamos que era una ampliación de otra especie, no una ya descrita, pero la ubicación del ano marcó la diferencia de las otras especies para considerarla nueva”, explicó.
La ecóloga marina y profesora investigadora del CUCSur, Eva Rose Koza, subrayó la biodiversidad de los organismos marinos que juegan un papel relevante en las cadenas tróficas de otras especies como peces o ballenas y en los sistemas pesqueros.
“También juegan un papel importante en el cambio climático, los procesos de alimentación, para los sistemas pesqueros; toda nuestra vida depende de alguna manera de estos organismos tan pequeños que ni siquiera alcanzamos a ver a simple vista”, dijo.
Eric Bautista Guerrero, profesor investigador del CUCosta, destacó la colaboración con la parte de la biología molecular a través del estudio de tres genes que confirmaron la nueva especie.
“Esta colaboración se realizó con un nuevo laboratorio, un descubrimiento que consolida este esfuerzo colaborativo donde utilizamos herramientas moleculares para fortalecer la parte morfológica y la parte taxonómica que se desarrolló para corroborar la evidencia de este nuevo género”, concluyó.