.- Con mucho detenimiento examino el proceder en estos días, de algunos aspirantes a la presidencia municipal de Puerto Vallarta Jalisco. Hasta este momento observo poca imaginación y una irreal percepción de lo que acontece con la población en general.
No se vale destrozarse con críticas malévolas ante un pueblo donde todo mundo nos conocemos y sabemos de qué pie cojeamos; sabemos de la falta de responsabilidad de lo que está pasando.
Todo esto se remonta a muchos años atrás, desde el momento que nunca ha existido una planeación integral, basta con analizar rezagos y potencialidades donde aún no llegamos a su punto medio.
No se necesita ser un economista reconocido, ni buen político para poder apreciar todas aquellas acciones que han hecho que nuestro destino turístico por la voracidad de algunos funcionarios y empresarios, les ha importado poco la infraestructura de nuestro municipio.
La vocación natural fue lo que a este paraíso llamó la atención al turismo internacional y nacional, pero sobre todo por su clima. Algo muy hermoso las fachadas de sus casas blancas y tejas rojas, empedrados en sus calles rectas y empinadas, pero sobre todo la amabilidad de sus habitantes.
El privilegio de estar ubicados en una de las bahías más grandes y bellas del mundo, además de su riqueza natural, merece la denominación de origen, bahía de abrigo marítimo ante las tempestades y huracanes.
No vamos a nombrar culpables, porque si de eso se trata es que nosotros mismos, tenemos la responsabilidad de haber admitido malos gobiernos y no haber hecho respetar nuestras reglas internas.
Quizá por apatía o por ser cómplices de los depredadores de nuestras bellezas naturales y de las autoridades que otorgaron permisos a diestra y siniestra para la construcción de edificaciones, muchas de estas no cumpliendo con las especificaciones que marca la reglamentación de desarrollo urbano, pasándose por el arco del triunfo los usos de suelo, por eso se logró la anarquía en esta maravillosa población.
Fue sin lugar a dudas, fuente de inspiración de muchos poetas y compositores que en sus notas describían a este bello rincón paradisiaco como lugar de privilegio, convirtiéndola en tierra de promisión.
Ahora en día poco a poco no la estamos acabando, olvidándonos del legado grandioso que nos legaron nuestros antepasados, ahora me pregunto, ¿qué heredaremos a nuestros descendientes para que salgan adelante en sus propósitos y anhelos?
Un examen de conciencia necesitamos hacernos a profundidad, para lograr todos juntos, vallartenses de convicción, para cambiar nuestro destino a estadios mejores llenos de esperanza.
El tiempo es la mejor medida para saber si obramos bien o mal en nuestras acciones como ciudadanos bien nacidos y bien paridos. No permitamos que vuelvan a repetir funcionarios públicos que han dejado una mala huella, ya que se está revirtiendo en nuestro municipio, en el área climatológica, por la falta de responsabilidad en sus decisiones.
Todo se paga en esta vida cuando se actúa de mala fe, nuestra sociedad está despertando cansada de engaños y abusos en contra de nuestra población.
Unidad es lo que reclama nuestra tierra, debemos de enfrentar la realidad de lo que está ocurriendo en lo concerniente a la seguridad, corrupción, impunidad, pero sobre todo a la falta de oficio político de los muchos que se ostentan con este título.
El propósito es lograr juntos coadyuvando con la autoridad, cuya finalidad sea la de desarrollar un ambiente propicio donde fluya la inversión y nuestra actividad productiva se vea favorecida, pero siempre respetando las leyes y reglamentos que emanen de un plan de desarrollo municipal hecho con profesionalismo y respetando nuestro entorno natural como base principal donde se respeten todos aquellos acuerdos que protejan nuestro suelo, montañas, ríos y mar, evitando su contaminación.
Repito amigos lectores, todos somos responsables de aportar soluciones y comprometernos para mostrar con hechos que queremos hacer verdaderamente un Puerto Vallarta Jalisco mejor a favor de todos.
Donde también las nuevas generaciones y las familias gocen de la protección eficaz y responsable del Estado, donde el concepto que se persiga no solo sea el de ganar unos pocos, sino ganar todos para enriquecer nuestro municipio.
A poco tiempo que se inicie un nuevo proceso electoral, contrasta con algunas deficiencias en los servicios públicos municipales; el presupuesto excesivo en las futuras campañas y el despilfarro que se pueda hacer de él, solo generara desconfianza entre los ciudadanos.
Así que fortalezcamos nuestra conciencia para emitir un voto razonado para que regrese la confianza perdida.
Bien, hacemos votos para que nuestra clase política, pueda establecer una metodología donde dé cabida a todas aquellas peticiones reales que puedan aplicarse en el progreso de nuestra comunidad.
Sabemos que cada día, todas las administraciones municipales hacen más de lo posible, mas no lo necesario por los múltiples problemas que enfrentan, por eso tienen que partir de un manejo presupuestal transparente y bien aplicado a las partidas necesarias para el manejo eficiente.
El poder de gestoría es la base para calificar un buen gobierno, no basta en convertirse en simple administrador sino en un promotor incansable ante las autoridades federales y estatales, al igual ante el sector privado y social.
Tengo mucha FE en los pobladores de esta tierra hermosa que me vio nacer y desarrollarme, en la cual vivo muy feliz al lado de mi bella familia, lo que sí es muy cierto que el simple bienestar material, sin un coherente desarrollo moral y espiritual, puede cegar al ser humano hasta el punto de impulsarlo a un desequilibrio emocional que en nada ayuda a la armonía de nuestra comunidad.
-La Fe nos ofrece la fuerza para responder a nuestra alta vocación y la esperanza que nos lleva a trabajar por una sociedad cada vez más justa y fraterna.