.- Cuando un barco se hunde, lo primero que salen son las ratas; la verdad es muy cierto, hoy en día parece ser que nos falta más amor a nuestra Patria, a nuestras familias, tal parece que estamos huyendo de nuestras obligaciones.

Nos mostramos muy indiferentes ante los aconteceres en donde los valores cada día que pasa van a la baja, y no hacemos nada por engrandecerlos, al contrario mostramos apatía y únicamente pensamos en nosotros mismos.

Parecemos lobos esteparios; al contrario debemos en estos momentos trabajar en equipo, sin duda alguna que nuestra lealtad ésta en decadencia ya que la globalización nos ha estado afectando a pasos agigantados.

Nos estamos dejando vencer por ideologías contrarias a nuestros principios, donde se pone como prioritario el consumismo galopante.

LAS IDENTIDADES DE MÉXICO

Me pongo a reflexionar en el mexicano y su identidad; ésta puede ser estudiada desde diferentes ángulos y momentos históricos, cada uno de ellos con sus peculiaridades, soluciones y problemas.

Así se puede hablar del pueblo indígena con una gran cultura y tradiciones, caracterizada, además, con el estudio de la astronomía, medicina, matemáticas, etcétera.

La conquista con el mestizaje, fruto de la historia de nuestro pueblo, marca otro momento importante al igual que más tarde lo sería nuestra Independencia y después la Revolución, hasta llegar al siglo XXI, llevando consigo la internacionalización, con sus avances científicos y tecnológicos.

Por lo tanto, no podemos hablar de un solo México, sino de muchos Méxicos; todos ellos por etapas, por territorio y ¿por qué no decirlo?, por la diversidad de sus historias.

Por ejemplo, tenemos al mexicano del norte y sur del país, el de la costa y el de la altiplanicie; al indígena, al criollo y al mestizo. De ahí la dificultad en definir una sola identidad del mexicano.

Por otro lado, si buscamos territorialmente al mexicano, podemos señalar por ejemplo, que el de Oaxaca tiene su propia cultura y tradiciones, tan sólo en la gastronomía concentra alrededor de quinientos platillos diferentes.

De igual forma se podrían relatar características sobresalientes de cada entidad de la República, es decir tenemos muchas riquezas en todos sentidos y vastos. Todo un mosaico de norte a sur, de este a oeste de oriente a poniente; en el que nuestro México luce esplendoroso.

EL CASO DE PUERTO VALLARTA

En lo particular, Puerto Vallarta Jalisco pide a gritos una planeación en todos sentidos, que busque la armonía de sus pobladores. Han sido muchos años de intensa actividad pero con fallas muy acentuadas por la falta de experiencia de quienes nos gobiernan, porque la improvisación merma totalmente la productividad.

Se han dejado llevar por los negocios y prebendas de quienes en la comercialización irracional del destino turístico, primero son las ganancias muy a lo pesar de los estragos causados a la naturaleza.

La lealtad a nuestra Patria y terruño va desapareciendo, porque la falta de valores los hace ser mexicanos, desconfiados, inseguros y temerosos, rencorosos vengativos y fanfarrones; estancados y presas de su pasado con un profundo sentimiento de soledad.

Es por eso que hago votos porque todos los mexicanos y vallartenses, seamos solidarios, hermanos y amigos, más cuando se cruzan las fronteras de las clases sociales, el dinero, el poder, el autoritarismo y la ambición desmedida.

La verdad cuando se lucha dejando a un lado intereses particulares y el individualismo y se piensa en un “nosotros los mexicanos” y se actúa en función de un bien común, seguramente habrá mayor prosperidad.

Urge pues convertirnos en mexicanos sin prejuicios ni complejos, tolerantes y respetuosos del otro, aceptando las diferencias.

ENTENDER AL MEXICANO

Por lo tanto, para entender al mexicano y su comportamiento, es necesario tener en cuenta al devenir histórico en un contexto determinado.

Un mexicano con mayor o menor crecimiento, desarrollo y transformación en diferentes aspectos: sociocultural, político, económico etcétera, donde sobra decir que la educación juega un papel fundamental.

Una educación que no puede dejar de lado los principios y valores como el respeto, humildad y la generosidad como orientadores de una cultura, todos ellos centrados en la fe, expresándola diariamente con el testimonio personal y el amor a favor de la justicia social y la paz.

De esta manera se reafirma nuestra realidad cultural como mexicanos promoviendo conductas que nos permitan actuar como comunidad de manera más acorde a una solidaridad compartida.

Sin lugar a dudas somos una Nación fuerte, hemos vencido dificultades y hemos podido comprobar que podemos triunfar, más que quedarnos atorados en un pasado doloroso, México puede levantarse y seguir adelante, será siempre nuestra consigna.

REFLEXIONAR

Los invito amables lectores a hacer una pausa en nuestras vidas, porque es muy cierto que a veces somos muy mezquinos, nos conformamos con lo inmediato, reaccionamos ante lo que se nos presenta, sin planear, sin reflexionar y sin mirar a largo plazo.

Nos quedamos en la superficie… Pensamos, la vida es un camino, nos han dicho repetidamente. Sin embargo, en ocasiones lo recorremos sin saber cuál es la meta que encontraremos al final.

Y todo esto nos sucede porque no nos conocemos lo suficiente, porque no sabemos cómo canalizar nuestras emociones, las negamos, las ocultamos.

La verdad nos falta reflexión, requerimos silencio, necesitamos con urgencia aprender a estar a solas con nosotros mismos, ejercitarnos para irnos mirando y conociendo sin engaños y sin trampas.

Sólo de esta manera, valoraremos más nuestra actuación ante la sociedad en la que nos desarrollamos para focalizar nuestras metas y objetivos.

LEALTAD A LA PATRIA

Es la hora de tener lealtad a nuestras familias y por ende, a nuestro pueblo mexicano.

Tenemos una historia llena de gloriosos pasados en la que el amor por nuestra Patria nos ha llevado a mejores estadios, también reconocemos errores de algunos de nuestros gobernantes que por equivocaciones en la conducción del País, y por actuar de espaldas al pueblo mismo que los eligió, hoy en día merecen nuestro total repudió.

México saldrá adelante si se desemboca a la convicción de que el combate a la crisis y el cambio económico no son responsabilidad exclusiva del Estado, y de que la sociedad, tanto los sectores productivos como los ciudadanos en lo individual, deben de asumir con equidad y solidaridad sus responsabilidades.

Para ello el Estado deberá combinar el respeto a las leyes elementales a la economía como a la confianza y seguridad y la más descarnadamente especulativa (rentabilidad), y con el uso eficaz de instrumentos que proteja a la Nación. Lo más importante una autoridad moral que desate la energía solidaria y el patriotismo de lo que han hecho gala los mexicanos no pocas veces.

“La crisis económica impacta en la política, la condiciona pero no la determina. Por el contrario, si la economía se atranca, la política mexicana debe acelerar su avance.” (José Francisco Ruiz Massieu)


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